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miércoles, 15 de enero de 2014

LOS REYES MAGOS Y LA PATERNIDAD

Bien, ya ha terminado las navidades y no he podido hacer algunas reflexiones sobre varias de nuestras costumbres navideñas por falta de tiempo, pero no puedo resistirme a, al menos, hacer una sobre los Reyes Magos y es que muchas de las cosas que durante todo el año les decimos a nuestros hijos que no hagan se las permitimos con los susodichos.

NO HABLES CON EXTRAÑOS; norma que nos saltamos a la torera poniendo a nuestros hijos en el regazo del primer desconocido que vemos disfrazado de Rey Mago en cualquier centro comercial, no si antes animarlos a que le cuenten si han sido malos o buenos y cuales son los regalos que quieren, algo así como venga hijo siéntate en el regazo de ese desconocido y ábrele tu corazón.

NO COJAS COSAS DEL SUELO; esto es ya para mear y no dejar ni gota, todo el año riñendo a nuestros hijos por agacharse a coger cosas del suelo para ahora ponernos como locos a coger caramelos, si lo repito CARAMELOS del suelo, es decir, algo que es para llevarnos a la boca lo cogemos del suelo “No pero es que como tiene el envoltorio...”, ya, tiene el envoltorio un envoltorio que ha estado en el suelo y que tocaremos con las manos que no nos vamos a lavar y con las que vamos a abrir el dichoso caramelo, un caramelo que por cierto suelo ser de publicidad y que su calidad deja mucho que desear. Pero en este caso no solo es que no le riñamos, es que le conminamos a hacerlo. Y reza para que el Rey no tire una pelota de plástico que vale menos de un euro cerca de ti, porque en ese caso puedes morir por aplastamiento o asistir a una pelea entre dos padres.

NO DEJES ENTRAR NUNCA A NADIE A CASA; lo último es esto “tranquilo hijo esta noche tres tíos con barba van a entrar en nuestra casa mientras dormimos, pero no te preocupes que en vez de llamar a la policía les vamos a poner leche y galletas...”, bien , bien.

Por cierto, ver la cara de mis niños durante la cabalgata compensan todo lo anterior.