Debido a la falta de tiempo
no escribo en el blog. Tengo muchas ideas sobre actos cotidianos que
merecen una entrada pero no me siento a escribir. Creo que en breve estará lista la de circular por rotondas.
Hoy es diferente, voy a
escribir sobre un sueño, desconozco que acto cotidiano podríamos
asignar a esta entrada pero es de lo que necesito escribir hoy.
Querido Papá:
Sé que mientras
vivías no paré de decepcionarte, no llegué a alcanzar mi sueño a
pesar de haberlo intentando por vías diferentes, y sé que no
entendías que es lo que estaba haciendo con mi vida. Te pedí perdón
cuando te morías y te lo vuelvo a pedir, perdón por no haber sido
lo suficientemente constante para luchar por mis sueños, perdón por
defraudarte, perdón papá por no estar a la altura.
Sé que sigo
defraudándote no solo porque sigo sin luchar por mis sueños, si no
por el tema familiar con mis hermanos y con mamá.
Papá, el sueño que tuve
anoche contigo, estoy dándole vueltas y no acabo de entenderlo del
todo. He sacado varías lecturas pero todas son sobre temas,
dijéramos superfluos. No me creo que la moraleja final sea la que yo
saco.
Te quiero mucho papá, ya
sabes que me acuerdo mucho de tí. Espero que allí donde estés seas
más feliz de lo que fuiste en vida. De verdad, que intento ser mejor
hijo para que algún día te puedas sentir orgulloso de mi.
También sabes que cada día me esfuerzo porque mis hijas se sientan orgullosas de su padre y sobre todo queridas.