Esta ha sido una
reparación que parecía iba a ser más sencilla de lo que luego ha
sido. Todo empezó porque tenía un sillón de madera de jardín que
se le había caído “un palo del asiento del sillón”, el palo se
había caído porque estaba unido a través de un ensamble
espiga-caja, y la madera de la espiga se había podrido.
En teoría la cosa iba a
ser simple, pondría unas puntillas para reforzar, reconstruiría la
espiga con masilla y desmontaría el asiento para poner el “palo”.
Reconstruir la espiga no fue difícil
Mientras esperaba a que
se secara la masilla para poder lijarla, me fuí al asiento para
desmontarlo y aquí empezó a complicarse la cosa. Desmontar
el asiento no era tan fácil ya que por un lado estaba la dificultad
de separar un ensamble encolado y por otro este ensamble tenía una clavija transversal de refuerzo. La clavija transversal la quité con
broca y taladro, para después utilizar un martillo y una madera para
separar los ensambles, es relativamente fácil, colocas la madera lo
más cercano posible al ensamble y lo vas golpeando con el martillo
hasta que ceda la cola.
En esta foto se puede apreciar el asiento desmontado, los agujeros que se ven en tres de
las espigas es donde iban las clavijas transversales. Otra cosa que se
puede apreciar es que una de las espigas y uno de los laterales
tienen zonas podridas. La solución para estas zonas podridas iba a
ser simple, lijado de la zona dañada, masilla
reconstructora, lijado de la masilla y pintar con barniz protector.
Ya
teníamos el asiento reparado, el cambio de color que tiene el palo
respecto a los demás es porque fue el que hemos estando utilizando
para pruebas de barniz, pero a la hora de colocarlo en el sillón
vimos otra cosa y es que una de las maderas que soportaba el peso
del asiento estaba completamente podrida.
Aquí
ya no era posible lijar la zona dañada, reconstruir con
masilla y pintar con barniz protector, aquí la solución era fabricar un nuevo soporte, debería
haber ido a comprar madera pero empecé a buscar restos y ví que
tenía varios palos de unas baldosas de madera que compré hace
tiempo. El plan era quitar las grapas de la madera que iba a
utilizar, cortarlo a medida y hacerle unos taladros para unos
tornillos pasantes y su tuercas, que es como se ensamblaba este
soporte al sillón.
Para
el taladro del tornillo utilicé una broca de madera del nº6 y para
el taladro de la tuerca utilicé la misma broca y luego ensanché el
diámetro con una lima circular.
Parecía
que por fin se iba a acabar, solo tenía que poner el soporte en su
lugar pero entonces descubrimos que el soporte inicialmente tenía dos
espigas circulares totalmente podrídas y que al sacar el soporte se
habían quedado dentro de sus respectivas cajas.
Tocaba
ahora hacer alguna nueva chapuza, las alternativas que barajé fueron
hacer las espigas circulares con masilla o cortar unos tacos de
madera, me pareció más rápido lo de los tacos y además quería
guardar la masilla para otra ocasión. Usé uno de los mismos palos
que había usado para hacer el soporte para sacar los tacos.
Por
fín, la cosa iba encaminada se montó el soporte, sobre él
pusimos otra madera de refuerzo y finalmente el asiento, reparación
concluida